Nota Bene

          Aprovechando la circunstancia, no demasiado frecuente, de que tanto en relación con la figura histórica de Fray Diego Morcillo como de su ciudad natal, la Villarrobledo del S. XVII, contamos con valiosas fuentes histórico-documentales elaboradas  por autores contemporáneos de la figura estudiada, no nos hemos podido  resistir a la tentación de que sean los propios relatos de dichos autores los que nos sirvan como hilo conductor del contenido de estas páginas, sobre todo de aquellas que se refieren tanto a los aspectos biográficos del  Virrey Morcillo como al Villarrobledo de su tiempo.

                Aparte de la licencia literaria pretendemos  que, de este modo, resulte más ameno y ágil el relato resultante, así como más interesante para el propio lector que al fin y al cabo recibe la narración sobre ciertos aspectos del personaje biografiado y su pueblo natal de mano de personas que pudieron incluso conocer al propio Virrey Morcillo o, cuando menos, recibir testimonios de primera mano de familiares, hermanos de religión, u otras personas que le trataron personalmente. Por todo ello, procede ab initio hacer relación expresa de esas importantes fuentes documentales, ya que a sus autores se debe el principal mérito de estas páginas.

                En Primer lugar debemos referirnos a la “Historia de la muy noble y leal villa de Villa-Robledo”, que constituye sin duda la más antigua y brillante aportación al conocimiento de la historia de esta localidad manchega, obra del Padre jesuita natural de la misma Francisco de la Cavallería y Portillo. Esta obra fue impresa en Madrid en 1.751,  y uno de los escasos ejemplares originales que se conservan resultó cedido en 1.987 por su propietario D. Agustín Sandoval Mulleras, Maestro Nacional  y Cronista de Villarrobledo, al Instituto de Estudios Albacetenses de la Diputación Provincial con la finalidad de llevar a cabo la reproducción o reimpresión facsimilar de dicha obra; gracias a lo cual resulta hoy fácilmente accesible y al alcance tanto de estudiosos de temas históricos como del público en general.

                Otra importante fuente, de la que parcialmente bebe la anterior un siglo después, es la obra del que fue primer historiador de Villarrobledo conocido hasta el momento, que no es otro que el Doctor Blas Franco Fernández, cura que ejerció su ministerio en Villarrobledo y que, alrededor de 1.668, por mandato del Arzobispo de Toledo D. Pascual de Aragón y con la finalidad de instruir causa de beatificación de una vecina de Villarrobledo, inició las investigaciones que cristalizaron con la publicación en 1.675 de dos voluminosos tomos intitulados “Vida de la Venerable Sierva De Nuestro Señor María de Jesús, Virgen Extática”; con ocasión de cuya causa y comoquiera que, según el propio autor refiere “es común a todos los historiadores que escriben las vidas de varones ilustres hacer antes de todo un elogio de sus patrias”  el Doctor Franco llevó a efecto el acopio de documentación relativa a los orígenes e historia de la población, consiguiendo incluso datar su fundación en el año 1.292, y llevando a cabo en la mencionada obra el primer relato conocido del devenir histórico  de Villarrobledo desde su nacimiento, como aldea de Alcaraz, hasta el momento en que fue escrita la misma.