Religión Trinitaria y formación académica.

           

San Juan de Mata 

  Como nos refiere el Padre Cavallería, el joven Diego Morcillo cursó primeras letras en Villarrobledo, tales estudios eran impartidos, para aquellas familias que no podían permitirse contratar los servicios de un preceptor o maestro particular, en las escuelas parroquiales o conventuales accesibles al resto de la población, y consistían básicamente en el aprendizaje de la lectura y escritura en lengua vulgar (castellano), doctrina cristiana,  así como las operaciones básicas de aritmética y geometría.

          Por aquellos tiempos el nivel académico e intelectual del estudiante venía determinado más por su habilidad y aplicación que por su edad. Así que, comoquiera que el joven Diego Morcillo superó con provecho tanto ese primer nivel de conocimientos básicos,  como los estudios de Gramática latina que pudo recibir en su villa natal, y advertida su familia de las evidentes inclinaciones del niño hacia el estudio y la religión, ésta determinó, con  consejo de su confesor,  que siguiera la vida religiosa regular, donde pudiese también completar sus estudios de Gramática, Retórica y humanidades.

                 Así tomó el hábito de la Orden de la Santísima Trinidad y de Redención de Cautivos, fundada por San Juan de Mata a finales del S. XII, y que experimentaba por aquellos años los efectos de la división del tronco común de la Orden en dos ramas: la de la Antigua Observancia (calzados) y la de los Trinitarios descalzos, operada tras la reforma llevada a cabo por San Juan Bautista de la Concepción a finales del S. XVI por influjo del Concilio de Trento.

                El joven Diego Morcillo, suponemos que a la edad de 12 o 13 años, ingresó en el convento de la Orden Trinitaria de la Antigua Observancia (calzados) de Toledo, donde además de procurar su provecho espiritual,  completó sus  estudios menores, que tenían como base fundamental el aprendizaje del latín,  entonces idioma universal del conocimiento,  con  la Gramática Latina de Nebrija como texto más usado en una enseñanza que abría las puertas para la lectura y el conocimiento de los principales retóricos y estilistas clásicos como Cicerón, Horacio, Virgilio...

                Su aguda inteligencia y el aprovechamiento en sus estudios menores cursados en el convento de Toledo, vinieron a determinar que los Prelados de la orden Trinitaria destinasen al joven fray Diego para seguir los estudios mayores en la Universidad de Alcalá, ya que la Orden Trinitaria Calzada, al igual que las principales órdenes regulares de su tiempo, contaba con su propio Colegio menor desde 1.621 cuando se labró el edificio que constituyó el convento y colegio de la orden en la Universidad Cisneriana, donde Fray Diego Morcillo culminó su formación académica  alcanzando el grado de profesor de Teología y Filosofía.

     Durante los siglos XVI y XVII, la Universidad de Alcalá fue el gran centro de excelencia académica de la Monarquía Hispánica: por sus aulas pasaron, como profesores o estudiantes grandes maestros como Nebrija, Santo Tomás de Villanueva, Juan Ginés de Sepúlveda, San Ignacio de Loyola, Domingo de Soto, Ambrosio de Morales, Arias Montano, Juan de Mariana, Francisco Vallés de Covarrubias, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Quevedo, etc. El prestigio de sus estudios así como de sus maestros la convirtió en la primera universidad renacentista, humanista y universal;  modelo sobre el que se constituyeron las nuevas Universidades en América.